Corrientes de retorno (resaca)
Una corriente de retorno, o resaca, es una fuerte corriente superficial (o casi superficial) de agua, que retrocede desde la costa hacia el mar. Suele tener una longitud de 50 a 100 metros.
Se generan por la entrada de gran cantidad de agua a lo largo de toda la orilla y, debido a las características del fondo, esta masa de agua retrocede por unos lugares concretos formando verdaderos ríos. La fuerza depende del tamaño de las olas, cuanto más grandes más cantidad de agua entra, y de las características topográficas del fondo. Puede alcanzar una velocidad de 2,5 m/s.
CÓMO RECONOCER LA EXISTENCIA DE UNA CORRIENTE DE RETORNO
En la corriente no rompen las olas, contrasta con las zonas aledañas en las que las olas están rotas o más altas.
El color del agua suele ser algo diferente, lleva arena en suspensión.
CÓMO ACTUAR AL SER ARRASTRADO POR UNA CORRIENTE
Mantener la calma. Es muy peligroso nadar contra la corriente, no va a poder remontarse y se va a agotar. Hay que tener en cuenta que la longitud de las corrientes es de unos 50–100 metros.
Mover los brazos, pedir ayuda y esperar el rescate, guardar fuerzas para seguir flotando.
Si se es capaz de salir, nadar paralelo a la playa o, con un ángulo de 45 grados, hacia la orilla.
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