Si el humano de por si tiene cierta facilidad para atragantarse, en caso de los más peques esto, se multiplica, dado que en su descubrimiento del mundo tienden a chupar o injerir todo lo que se ponga a su alcance. Un resto de alimento o un objeto pueden atascar nuestras vías aéreas. Lo mejor para desbloquear la entrada y salida de aire es realizar la maniobra de Heimlich. Descubre cómo llevarla a cabo.
Y por supuesto, marque 112 antes, y después.
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